Cuando el alba despierta y canta, y el sol comienza su danza dorada, el mundo brilla con luz fascinante, y la tierra entera es una balada.

Los campos se visten de verde brillante, y los ríos, cual espejos, están, las aves vuelan en canto constante, y el despertar del día empieza a soñar.

  • José Zorrilla